Me derrito subiendo poco a poco por su espalda hasta llegar
a su cuello... sus brazos, el mejor refugio que he encontrado en años y no
hablemos de sus manos porque podría perderme en ellas. Pasaría una vida entera
mirándole mientras se queda dormido, y si fuera un gato, pasaría las siete. Y todavía
no me conformo. Ojalá esto fuera como una partida de puntos para ir acumulando
vidas con el.. aunque a veces las cosas son tas especiales que la duración es
lo que menos importa. Sólo un día puede ser tan intenso como toda una vida y tan
corto como un segundo. Eso es lo que siento con él y me gusta echar la vista
atrás y ver que ya hay unos cuantos días acumulados... pero hoy se está haciendo
eterno..le echo de menos.
jueves, 23 de agosto de 2012
miércoles, 1 de agosto de 2012
Cambridge
Cualquiera diría, a 1000 km. de su ciudad, que la distancia es el olvido porque estos días no ha dejado de pensar en él, ni un minuto. Se ha dado cuenta. Es único, especial. Y ella... ella le está echando tanto de menos como nunca nadie lo había hecho antes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)