Un nuevo año que nos ha traído felicidad. Una nueva etapa
marcada por la distancia. Aunque la verdad es que la distancia no existe entre
dos personas que se quieren hasta el infinito y más. Incluso diría que ahora
estamos más cerca, aprovechando cada minuto del día para pensar el uno en el
otro. Y aprovechando cada minuto que estamos juntos, saboreándolo al máximo.
Perdona, si te llamo amor. Perdona, si me estoy precipitando. Perdona, pero
quiero casarme contigo. Quiero sentirme así de bien todos los días de mi vida.
Contigo no tengo miedo, me siento protegida, me siento viva. Quiero sentir
celos, agobios, enfados y después solucionar las cosas hablando contigo,
besándonos y riéndonos. Soy más feliz que mil niños en Disneyland París. Tengo
más suerte que todas las personas que han encontrado un trébol de cuatro hojas.
Soy más rica que todos los multimillonarios del planeta. Cada día es más
especial y sólo puedo darte las gracias, porque tú, simplemente tú, eres el
motivo de esta inmensa felicidad. Te quiero.