viernes, 1 de noviembre de 2013

Happy Halloween

Dicen que Halloween es una de las noches más terroríficas del año, pero esta vez no fue así. Fue una noche perfecta. Tan perfecta que no se puede describir. Se siente tan especial, tan afortunada, que no se cambiaría por nadie ni por nada del mundo. Él es el responsable de todo y tampoco le cambiaría por nadie ni por nada del mundo.  Hoy, especialmente, se siente enamorada, un poquito más. Ya ha tenido esa sensación otras veces, pero al parecer aún no ha llegado a su límite de enamoramiento, y no quiere llegar nunca. Debe confesar que también hay momentos malos. Esos momentos o te matan o te hacen más fuerte, y cuando te hacen más fuerte, dejan de ser malos. Gracias a esos momentos, diremos, menos buenos, puedes distinguir después los momentos más felices. En efecto, uno de los tantos momentos felices que recuerda es el día en que empezó todo, o al menos cuando ellos piensan que empezó todo. Pero la verdad es que ahí sólo era la millonésima parte de feliz que ahora.
Dicen que el destino no existe, pero esta vez no fue así. De entre los 7.000 millones de habitantes del planeta, el amor de su vida vivía en el mismo país, en la misma ciudad y casi en el mismo barrio. Y aquella noche los caminos de esos dos pequeños imperfectos perfectos se encontraron. Algunos dirán que fue una simple casualidad. En realidad, todo apunta al perfecto destino.

Dicen también que el amor no dura para siempre, pero esta vez no fue así. Fue un amor perfecto.