A veces no hace falta hablar, ni siquiera mirarse…basta con
darse la mano y sentirlo. Sentir que por muy difícil que sea la situación, por
muchos errores que hayas cometido, tu amiga es capaz de cogerte la mano y
alegrarse por ti como ninguna otra persona de este mundo. Y puede que nunca
sepas lo que es la amistad, hasta que no experimentes esa sensación, porque
todos somos muy amigos en los buenos momentos, de fiesta, de risas…pero los
verdaderos, los que se cuentan con los dedos de la mano, los que son tesoros,
son los que están ahí a pesar de todo. Gracias amiga.
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