jueves, 23 de agosto de 2012

Siete vidas


Me derrito subiendo poco a poco por su espalda hasta llegar a su cuello... sus brazos, el mejor refugio que he encontrado en años y no hablemos de sus manos porque podría perderme en ellas. Pasaría una vida entera mirándole mientras se queda dormido, y si fuera un gato, pasaría las siete. Y todavía no me conformo. Ojalá esto fuera como una partida de puntos para ir acumulando vidas con el.. aunque a veces las cosas son tas especiales que la duración es lo que menos importa. Sólo un día puede ser tan intenso como toda una vida y tan corto como un segundo. Eso es lo que siento con él y me gusta echar la vista atrás y ver que ya hay unos cuantos días acumulados... pero hoy se está haciendo eterno..le echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario