Me derrito subiendo poco a poco por su espalda hasta llegar
a su cuello... sus brazos, el mejor refugio que he encontrado en años y no
hablemos de sus manos porque podría perderme en ellas. Pasaría una vida entera
mirándole mientras se queda dormido, y si fuera un gato, pasaría las siete. Y todavía
no me conformo. Ojalá esto fuera como una partida de puntos para ir acumulando
vidas con el.. aunque a veces las cosas son tas especiales que la duración es
lo que menos importa. Sólo un día puede ser tan intenso como toda una vida y tan
corto como un segundo. Eso es lo que siento con él y me gusta echar la vista
atrás y ver que ya hay unos cuantos días acumulados... pero hoy se está haciendo
eterno..le echo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario